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HETEROTOPIA
TEJIENDO EL PENSAMIENTO DESDE EL OTRO LUGAR

    América ha sido pensada desde el primer momento que llegaron los españoles. De lo que sabemos, si los aztecas y los incas pensaron su realidad, no pensaron América. Los españoles, en cambio, no llegaron a una playa de una isla perdida en el Océano. Llegaron a un mundo y así lo pensaron desde el primer momento. Pero ellos no eran de ese Mundo.
    El descubrimiento que hacen los españoles de ese mundo está marcado por esa vivencia que, ya para los griegos, está en el origen del pensamiento: el asombro. Asombrados ante esta nueva y desconcertante realidad, la piensan. Y la piensan de la única manera en que podían pensarla, esto es, desde su saber y desde sus saberes, desde la lógica intrínseca a ese saber, desde sus reglas de formación, desde su sintaxis, desde eso, en fin, que hemos llamado episteme, redefiniendo este término y dándole un sentido que lo distancia tanto de su origen griego como de su uso moderno y actual.
    Se trataba de una episteme producida en su propio mundo y para su propio mundo. El mundo-de-vida de los españoles era el topos que fijaba las condiciones de posibilidad de esa episteme. En este sentido pensaron América homotópicamente. Inevitable desencuentro entre realidad y pensamiento.
    Hay un momento, sin embargo, en que para algunos españoles, misioneros principalmente, esta homotopía entra en crisis. Bartolomé de las Casas es paradigmático al respecto. Brota en él, como un relámpago, la pregunta desconcertante y transformadora: "¿y si nosotros fuéramos indios?". La pregunta lo sitúa, epistemológicamente, en el otro terreno, en la heterotopía. Queda abierta la posibilidad para un pensamiento heterotópico.
    Homotopía y heterotopía se dividen el pensamiento latinoamericano. La primera triunfante y dominadora hasta nuestros días, sea ella moderna, postmoderna, mundializante o globalizante. La segunda derrotada y reprimida. El otro topos no es hoy, con importantes excepciones, el de los indios; es el de nuestro pueblo. En la otredad indios y pueblo se hermanan.
En tiempos de desconcierto en los que aún aquéllos que optaron por el pueblo --pero lo pensaron homotópicamente- vagan sin encontrar un anclaje sólido, es preciso pensar desde el topos popular, pensar la heterotopía, ir un pensamiento heterotópico. ¿Surgirá de la heterotopía una nueva utopía? La utopía del pueblo, en tal caso.